Recuerda
Cierra los ojos, levanta la cabeza y siente como la fría brisa invernal recorre tus húmedas mejillas.
Recuerda cómo por una vacuna te regalaban un caramelo.
Recuerda las tardes de verano persiguiendo a las chicas.
Palpa la noche. Siente su oscuro regazo y escucha su enigmática voz. Ve hacia ella.
Recuerda la primera vez que te sentiste útil porque aquel que necesitaba tu ayuda la obtuvo.
Recuerda las tardes de invierno compartiendo teclado con algún aficionado a los videojuegos.
Sube la escalera y extiende los brazos. Y deja que su desnudez te someta.
Recuerda aquel concierto en el que tus ídolos se volvieron reales y tocaban para ti.
Recuerda cómo la conociste, cómo la sentiste y cómo la perdiste.
Abre los ojos, mira hacia abajo y salta al vacío.
Recuerda cómo por una vacuna te regalaban un caramelo.
Recuerda las tardes de verano persiguiendo a las chicas.
Palpa la noche. Siente su oscuro regazo y escucha su enigmática voz. Ve hacia ella.
Recuerda la primera vez que te sentiste útil porque aquel que necesitaba tu ayuda la obtuvo.
Recuerda las tardes de invierno compartiendo teclado con algún aficionado a los videojuegos.
Sube la escalera y extiende los brazos. Y deja que su desnudez te someta.
Recuerda aquel concierto en el que tus ídolos se volvieron reales y tocaban para ti.
Recuerda cómo la conociste, cómo la sentiste y cómo la perdiste.
Abre los ojos, mira hacia abajo y salta al vacío.
1 Comments:
El vacío no tiene por qué estar abajo.
El vacío lo llevamos dentro.
By
Anónimo, at miércoles, abril 05, 2006 4:12:00 p. m.
Publicar un comentario
<< Home