<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d21314927\x26blogName\x3dHistorias+en+la+nada\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://nonamed30.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://nonamed30.blogspot.com/\x26vt\x3d-6767049391055223862', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Historias en la nada

domingo, agosto 24, 2008

99 palabras

Este relato participó en el segundo certamen de relatos cortos de RENFE. Un concurso en el que las obras debían tener 99 palabras como máximo y con temática ferroviaria. No tuve ninguna noticia más del concurso.



El sonido de unas cuerdas me sacó de mi pereza. Abrí los ojos, y busqué de dónde provenía esa dulce melodía. Un hombre tocaba su violín, mientras mantenía el equilibrio. Los viajeros miraban a otra parte, aparentemente ajenos al concierto improvisado que nos ofrecía el músico, pero yo, hipnotizado, no podía dejar de disfrutar de la obra.
Cuando las cuerdas dejaron de vibrar me levanté y comencé a aplaudir espontáneamente. Todos me miraron sorprendidos, sin entender.
Llegamos a la siguiente estación, el músico se bajó con una sonrisa en los labios. Yo me había pasado de parada.